La labor de Berliner se fue materializando poco a poco y en 1.887 consiguió desarrollar un método de modulación del sonido, trazando lateralmente un surco sobre la superficie del plato de Edison. En 1.888, unos días antes de que se formara la entente Edison-Bell, Berliner hizo la primera demostración pública de su aparato, al que de momento no le dió nombre alguno, y poco después pidió la patente de su producto, destinado a la grabación y la reproducción. Consistía en el plato de Edison, lacado y recorrido por una aguja que daba vueltas sobre él; Berliner lo denominó disco. Berliner también inventó y patentó un sistema de producción en serie de copias a partir de un disco original.
Magdalena Castro Arjona, 3º A