Observó los satélites de Júpiter y sus movimientos alrededor del planeta, con los que confirmó las teorías de Copérnico; estudió la Luna y sus cráteres y descubrió las manchas solares y su movimiento, de lo que dedujo que el Sol rotaba.
Galileo apoyó la hipótesis heliocéntrica de Copérnico y lo que le provocó problemas con la Iglesia siendo obligado a retractarse de sus afirmaciones. Sus últimos años fueron muy amargos pues, además, se encontraba totalmente ciego. Murió a los 78 años de edad, el 8 de enero de 1642.
Jennifer Díaz Romero, 3º A