Aunque la mayoría de los escritos que se conservan de ella son fragmentos de libros de texto que escribía para los alumnos, sus contribuciones a la ciencia y a la filosofía son enormes. Destacó en el algebra, con comentarios a la aritmética de Diofanto; escribió un tratado sobre la geometría de las cónicas de Apolonio y revisó la geometría de Euclides.
También se le atribuyen algunos inventos, como la creación de un astrolabio, y de aparatos para destilar agua, medir el nivel del agua o determinar la gravedad específica de los líquidos.Murió asesinada en el año 415, a la edad de 45 años, por monjes fanáticos cristianos, religión a la que no se quiso convertir por ser partidaria del racionalismo científico.
A. Quesada